La mejor forma de aislar ventanas
Con una buena calefacción hogareña, podemos tolerar el frío, pero si nuestra casa no está bien aislada, el frío se va a colar por todos los lugares que pueda, y las ventanas son su recoveco favorito. El viento, con el chiflete, se meterá por cada pequeño espacio que quede entre las hojas de una ventana; y el frío también logrará pasar a través de los vidrios, uno de los puntos más flojos en nuestra defensa contra el invierno. Así es que veamos las mejores estrategias para aislar nuestras ventanas.
Lo primero que debemos hacer es ir ventana por ventana colocando la mano tanto sobre el vidrio como alrededor del marco de la ventana, y también alrededor de los bordes de cada hoja de la misma, ya sea corrediza, de guillotina o batiente. Si sentimos mucho frío en el vidrio, es que este resulta muy castigado por el viento o por el frío mismo del ambiente, lo que nos indica que no está aislándonos bien. En los bordes debemos prestar atención que no se cuele la más mínima briza. Tengamos en cuenta que las ventanas son las culpables de la pérdida de entre el 15 y el 35 por ciento del calor hogareño.
Hay muchas formas de aislar las ventanas, que van desde las simples y baratas, a las complicadas y caras. Si tienen la posibilidad de cambiar una ventana, algo que no es barato, háganlo si el vidrio es muy frío, eligiendo ventanas con vidrio doble, especial para aislar tanto del frío como también del calor en verano, y de los ruidos de la calle. Elijan una ventana corrediza, ya que nos permiten abrir apenas un poquito para airear, sin que se nos enfríe todo el ambiente. Ahora, si no existe la posibilidad de cambiar la ventana, o no les interesa meterse en gastos y complicaciones, entonces las estrategias serán otras. Vimos aquí en Sustentator los consejos de Charly Karamanian con respecto a las burbujas de aire para aislar los vidrios de la ventana.
Pero lo primero que veremos es cómo evitar las corrientes de aire que pueden colarse por los bordes de las ventanas. Para ello es muy importante utilizar burletes, que son baratos, y fáciles de colocar. Deberán estudiar primero cuánto espacio queda libre, para no comprar un burlete demasiado gordo y que después nos cueste cerrar la ventana. También deberán tener en cuenta cuánto quieran gastar y cuánto quieren que les dure el burlete en cuestión. Los más baratos, son los de goma espuma, pero no suelen durar más de uno o dos años, los de algún material más duradero, tal vez un poco más caros, nos durarán años, y evitaremos preocuparnos por ellos al inicio del próximo invierno.
Se sorprenderán de cómo va a cambiar el ambiente cuando coloquemos los burletes, ya que una mínima corriente de aire frío hace que la calefacción del hogar deba trabajar constantemente, cuando a veces con el sol que se cuela por el vidrio sería suficiente, si es que esa ventana está bien aislada. El aire frío tiende a bajar, y el aire caliente a subir, por la diferencia que tienen en la densidad, por lo que el aire frío que se cuela por nuestra ventana apuntará al piso, lo que atraerá más aire frío detrás hacia la ventana, y a la vez hará que la temperatura del ambiente a baje considerablemente.
Los marcos de las ventanas también puede ser fuente de corrientes de aire, ya que muchas veces no fueron bien colocados cuando se construyó la casa o el edificio, y quedó un espacio hueco, por el que se cuela fácilmente el viento. Esto será un poco más complicado de resolver, pero podemos hacerlo nosotros. Para ello hay que conseguir unos aerosoles de material aislante, que se colocan en los huequitos que veamos. Es una especie de inyección de una espuma blanca que luego se solidifica, podemos inyectar hasta que no entre más, para que se rellene todo el espacio hueco, y los agujeros por los que se cuelan las corrientes de aire.
Si el vidrio en sí es muy frío, porque es delgado, y no queremos o podemos invertir en una nueva ventana, entonces deberemos pensar en una solución. Será una medida temporal, como la que comentábamos más arriba que nos recomendó Charly. En las ferreterías venden unos plásticos transparentes, que nos permiten seguir viendo bien por la ventana, a la vez que deja pasar el sol. Son plásticos a medida, que vienen con una cinta adhesiva doble, para pegarla en los marcos de la ventana, allí se pega el plástico logrando cubrir toda la ventana, y luego cortamos el exceso que quede en los bordes. Luego se le pasa un secador de pelo, para que se adhiera al vidrio de la ventana, sin dejar arrugas o burbujas.
Si así y todo el frío se siente cerca de la ventana, lo que queda, sin grandes gastos, es colocar cortinas gruesas que la cubran, pero ahí ya perderemos la iluminación y el calor del sol, si es que penetraba por esa ventana. Si efectivamente es una ventana que no aporta mucha iluminación al ambiente o calor solar, es algo que hay que hacer sin meditarlo, pero si se trata de una ventana que sí aporta, primero prueben con todas las otras medidas. Y, obviamente, si pueden cambiar las ventanas, o están pensando en construir, presten mucha atención a las aberturas, que es por donde se cuela el frío en invierno y el calor en verano.
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